"el gen es una parte mítica de las estructuras vivientes que en las teorías reaccionarias, como el Mendelismo-Veysmanismo-Morganismo, determina la herencia. Los cientificos soviéticos bajo el mando de Lysenko probaron científicamente que los genes no existen en la naturaleza."
Esta frase de Lysenko resume su pensamiento
Trofim Denisovich Lysenko (Foto D.P. Sovfoto, vía Wikimedia Commons) |
Para hablar de Lysenjo antes tenemos que comentar algo de Jean-Baptiste Lamarck que fue un naturalista francés de fines del siglo XVIII y principios del XIX que fue uno de los primeros que postularon la idea de la evolución de las especies, propuso la hipótesis de que la evolución se realizaba mediante la herencia de los caracteres adquiridos, es decir, que si un animal estiraba el cuello para comer hojas más verdes, su descendencia tendría cuellos más largos que los progenitoresr, y este proceso,con el paso del tiempo, hacía que aparecieran las jirafas. Experimentos posteriores demostraron que los caracteres adquiridos no se heredan, yposteriormente después de la muerte de Lamarck, Darwin, propondría su teoría de la evolución, basada en la variación natural de las especies.
La "ciencia" de Lysenko era prácticamente inexistente. Sus teorías se trataban de una mezcla de lamarquismo y varias formas confusas de darwinismo; la mayoría del trabajo de Lysenko consistía en las, así llamadas, "instrucciones prácticas" para la agricultura, tales como enfriar el grano antes de plantarlo. Las afirmaciones exageradas de Lysenko sobre su capacidad de obtener cultivos abundantes y en clima adverso, y sus afirmaciones sobre híbridos absurdos (llegó a afirmar que podía hacer que plantas de trigo produjeran semillas de centeno y cebada) entusiasmaron a Stalin tanto como su capacidad retórica. Aunque científicamente defectuosas en varios niveles, las pretensiones de Lysenko deleitaban a los periodistas soviéticos y a los funcionarios agrícolas, ya que aceleraban el trabajo de laboratorio y lo abarataban considerablemente. Las teorías de Lysenko eran producto de la filosofía política del estalinismo más brutal y no de la práctica de la ciencia. Y sus técnicas se aplicaban por decreto en el campo soviético y sin haberlas probado científicamente. Esto, junto con la colectivización forzada del campo que implantó Stalin, ocasionó muchas hambrunas.
Cuando en 1935 fue puesto al frente de la Academia de Ciencias Agrícolas de la URSS, Trofim Lysenko empezó una larga purga de científicos de ideas «incorrectas» o «perjudiciales». El más importante biólogo soviético y padre de la genética rusa, además de feroz crítico de Lysenko, Nikolai Vavilov, murió de hambre en las cárceles de la policía política, la NKVD, en 1943, después de tres años de confinamiento por orden de Lysenko. La genética desapareció como disciplina en la URSS y la biología, la herencia y la medicina se vieron contaminadas con sus ideas descabelladas.
Las "ideas" de Lysenko no sólo prendieron en la URSS, sino que fueron retomadas por el gobierno chino, de Mao Tse Tung, y la misma receta soviética (colectivización por decreto y lysenkoísmo) fue lanzada por Mao como "El Gran Salto Adelante" con el mismo resultado : la terrible hambruna china de 1958-1961 que mató a entre 30 y 40 millones de personas.
En 1964, el físico nuclear Andrei Sakharov, hoy Premio Nobel, dijo finalmente en la Asamblea General de la Academia de Ciencias que Lysenko era: responsable del vergonzoso atraso de la biología soviética y de la genética en particular, de la divulgación de visiones seudocientíficas, de aventurerismo, de la degradación del aprendizaje y por la difamación, despido, arresto, incluso muerte, de muchos científicos genuinos. Lysenko fue destituido, pero no se le criticó oficialmente ni dejó de ser "verdad consagrada por el gobierno" sino hasta la muerte de Nikita Kruschev, en 1965, cuando una comisión oficial fue a investigar su granja experimental, demostrando que no tenía ni una gota de ciencia por ningún lado. Finalmente, Lysenko cayó en desgracia.
Trofim Denisovich Lysenko murió en 1976.
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Todo un personaje, Lysenko. Muy buena la historia
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