No hay tema que interese más a un Biólogo para hablar y debatir que el origen de la vida y como pudo surgir en el planeta Tierra. Pero curiosamente este tema es uno de los que la Biologia tiene todavia pocas respuestas y muchas controversias. Cuando llego a esta aprte del temario tanto en 4 de ESO como en 1º de Bachillerato, me emociona al final hablando de todos los experimentos como el de Miller o las teorías de la generación expontanea con que empiezan la mayoria de los libros de texto, para al fianl darme cuenta que mis alumnos acaban diciendome que no estoy siendo tan preciso como en otras clases. Y es que no lo puedo ser: esto si que es investigación y tema de debate actual les digo.
Si hay algo apasionante en la historia de la Biologia ha sido la controversia sobre si la vida surge d emanera expontanea o no.
Si hay algo apasionante en la historia de la Biologia ha sido la controversia sobre si la vida surge d emanera expontanea o no.
Hasta bien entrado el siglo XIX y sobre todo gracias a los experimentos de Pasteur, se creia que la vida surgia por generación expontanea, es decir la vida podía surgir de manera espontánea a partir de la materia inorgánica. Uno de
los hombres que se cuestionó el origen de la vida fue el filósofo griego Aristóteles, quien creía que la vida podría haber aparecido
de forma espontánea. La hipótesis de la generación espontánea aborda la idea de
que la materia no viviente puede originar vida por sí misma. Aristóteles
pensaba que algunas porciones de materia contienen un "principio
activo" y que gracias a él y a ciertas condiciones adecuadas podían
producir un ser vivo. Este principio activo se compara con el concepto de
energía, la cual se considera como una capacidad para la acción. Según
Aristóteles, el huevo poseía ese principio activo, el cual dirigir una serie de
eventos que podía originar la vida, por lo que el huevo de la gallina tenía un
principio activo que lo convertía en pollo, el huevo de pez lo convertía en
pez, y así sucesivamente. También se
creyó que la basura o elementos en descomposición podían producir organismos
vivos, cuando actualmente se sabe que los gusanos que se desarrollan en la
basura son larvas de insectos. La
hipótesis de la generación espontánea fue aceptada durante muchos años y se
hicieron investigaciones alrededor de esta teoría con el fin de comprobarla.
Uno de los científicos que realizó experimentos para comprobar esta hipótesis
fue Jean Baptiste Van Helmont, quien vivió en el siglo XVII. Este médico belga
realizó un experimento con el cual se podían, supuestamente, obtener ratones y
consistía en colocar una camisa sucia y granos de trigo por veintiún días, lo
que daba como resultado algunos roedores.
"Basta colocar ropa sucia en un tonel, que contenga además unos pocos granos de trigo, y al cabo de 21 días aparecerán ratones".
El error de este experimento fue que
Van Helmont sólo consideró su resultado y no tomo en cuenta los agentes
externos que pudieron afectar el procedimiento de dicha investigación. Si este
científico hubiese realizado un experimento controlado en donde hubiese
colocado la camisa y el trigo en una caja completamente sellada, el resultado
podría haber sido diferente y se hubiese comprobado que lo ratones no se
originaron espontáneamente sino que provenían del exterior.
Francesco Redi, realizó un experimento en 1668
en el que colocó cuatro vasos en los que puso respectivamente un pedazo
de serpiente, pescado, anguilas y un trozo de carne de buey. Preparó
luego otros cuatro vasos con los mismos materiales y los dejó abiertos,
mientras que los primeros permanecían cerrados herméticamente. Al poco
tiempo algunas moscas fueron atraídas por los alimentos dejados en los
vasos abiertos y entraron a comer y a poner huevos; transcurrido un
lapso de tiempo, en esta serie de vasos comenzaron a aparecer algunas
larvas. Esto no se verificó, en cambio, en los vasos cerrados, ni
siquiera después de varios meses. Por tal motivo, Redi llegó a la
conclusión que las larvas (gusanos) se originaban de las moscas y no por
generación espontánea de la carne en descomposición.
Spallanzani realizó experiemtos similares a Redi y demostró que no existe la generación espontánea de la vida, abriendo camino a Pasteur.
Ya en el siglo XIX, Louis Pasteur
realizó una serie de experimentos que probaron definitivamente que
también los microbios se originaban a partir de otros microorganismos.
Utilizó dos matraces de cuello de cisne . Estos matraces tienen los cuellos muy
alargados que se van haciendo cada vez más finos, terminando en una
apertura pequeña, y tienen forma de "S". En cada uno de ellos metió
cantidades iguales de caldo de carne (o caldo nutritivo) y los hizo
hervir para poder eliminar los posibles microorganismos presentes en el
caldo. La forma de "S" era para que el aire pudiera entrar y que los microorganismos se quedasen en la parte más baja del tubo.
Pasado un tiempo observó que ninguno de los caldos presentaba señal
alguna de la presencia de algún microorganismo y cortó el tubo de uno de
los matraces. El matraz abierto tardó poco en descomponerse, mientras que el cerrado permaneció
en su estado inicial. Pasteur demostró así que los microorganismos
tampoco provenían de la generación espontánea. Gracias a Pasteur, la
idea de la generación espontánea fue desterrada del pensamiento
científico y a partir de entonces se aceptó de forma general el
principio que decía que todo ser vivo procede de otro ser vivo.